sábado, 14 de mayo de 2022

Cartas a un indeciso 6

Cartas a un indeciso

La alternativa a Petro: los otros candidatos.


Nos hemos enfrascado (no sólo en esta serie de artículos, sino hace cuatro años, cuando la situación era similar a ésta) en cómo justificar un voto por Petro, que nos hemos olvidado de sus contrincantes. Nos hemos olvidado, debido a la circunstancia, que aquí la cuestión no es o Petro o contra Petro, sino Petro versus los otros aspirantes. Eso es lo que produce el miedo: que no podamos apreciar las cosas sino en blanco y negro. Y la coyuntura actual obliga a abrir el espectro: hay otras propuestas de país. 


Quiero detenerme en esa alternativa: hay otras propuestas de país. ¿Realmente las hay? Aparte del Pacto, no he escuchado nada distinto a los discursos de libreto y propuestas electoreras que se dicen desde las diversas campañas cada cuatrenio. Hay un video circulando por ahí donde contraponen las propuestas de Duque cuando fue aspirante a presidente con la del candidato del establecimiento de hoy. Las similitudes, más que abrumar, indignan. Uno se pregunta de dónde sacan los candidatos a sus asesores de campaña. En ésta, da pena ajena lo que ponen a hacer a sus jefes para ganar un punto en las encuestas. Las campañas actuales se centran más en el impacto y la viralidad que en el contenido de las propuestas. Campañas de marketing, por así decirlo. Y por ello pagan una millonada. Una vergüenza. Tienen que disimular su pobreza programática con saltimbanquis, cabecitas con el balón o tocando un instrumento. Esas son sus propuestas: que el circo continúe.  Por eso entiendo por qué Petro se mantiene arriba: lo suyo no es el espectáculo sino la contienda pura y cruda. Es el único que ha propuesto algo, así muchas veces esas propuestas cueste digerirlas, menos aceptarlas. Y sin embargo, a pesar de la resistencia que muchos sectores todavía  tienen sobre lo que representa, es el único que propone.


Los otros candidatos más o menos, con mayor o menor tiento, proponen lo mismo. Más de lo mismo. Quieren representar ese sector conservadurista de Colombia para el cual las cosas están bien como están y no hay que cambiar nada. Hay que hacer mejor las cosas, eso sí,  pero no cambiar nada. Sobre todo, son reacios a los discursos radicales. Mientras nada amenace su statu quo, las cosas deben seguir por el mismo cauce, sin importar el nombre que llegue a la casa de Nariño. De ahí que se diga "cualquier cosa, menos Petro".


Eso debería ser suficiente para votar por el Pacto. Las cosas no deben seguir siendo como hasta ahora han sido porque este sistema solo beneficia a un sector y, de lo que se trata, es de equilibrar la balanza. Y los otros candidatos, lejos de propender por este ideal, lo que desean es continuar con la quietud en la ciénaga. Con el silencio en el foso, con la parálisis de una nación anquilosada en su pasado feudal. Claro que es un deber votar por Petro. Un voto por el Pacto es reaccionario, según esta lectura de la realidad. 




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